miércoles, 13 de febrero de 2013

DIARIO "EL DÍA" DE MERCEDES: "NO HAY NADA MÁS GRANDE EN EL UNIVERSO QUE LOS GRANDES VALORES MODESTOS" - 1962


NO HAY NADA MAS GRANDE EN EL UNIVERSO QUE LOS GRANDES VALORES MODESTOS - 1962
            Así titulaba el diario “El Día, decano de la prensa de Mercedes”, el jueves 22 de noviembre de 1962, en su edición Nº 15.065.
            Encabezando hoja “El Día” escribió:
            “Un artista poco valorizado
            NO HAY NADA MAS GRANDE EN EL UNIVERSO QUE LOS GRANDES VALORES MODESTOS
            No todo ha sido bullanguero y a veces, carnavalesco en este período electoral. En Mercedes se ha marcado también una etapa en la historia de un pintor. Pensamos que lo expuesto en Mercedes no ha sido superado en calidad, ni por los “grandes” de Montevideo. Al menos lo que nos tocó ver allí y lo que traían las distintas caravanas.
Diario "El Día" de Mercedes
            Estas obras están, unas en la Plaza Independencia, donde prácticamente parecería haberse instalado una exposición. Otras ambulan por la ciudad.
            Muchos miran esos letreros con la indiferencia de objetos de propaganda. Pero los gustadores de arte, los artistas, transeúntes y la crítica han podido admirar el real valor de … Marotta. En cada uno de ellos hay la profunda intención de encontrar la más ajustada expresividad.
            Estimamos que Marotta ha conseguido retratos verdaderamente sorprendentes. El del Ing. Carlos A. Magnone es uno de los trabajos más valiosos de Marotta.
            Son sorprendentes también el de don Félix Verri que pasea por las calles mercedarias la más aguda representación de una vida que es una línea recta, sin bruscas oscilaciones, sin codicia de saltos; el del Dr. Gaspar F. Bianchi, que revela el ritmo de armónica superioridad; el del Esc. Luis A. Viera que quiere expresar la seguridad, en la altivez cívica desde Marzo de 1933, cuando tantos debieron tanto a tan pocos; el Dr. Jacobo Guelman cuya obra dispersa en Dolores dice a los jóvenes de hoy y del futuro el valor humano que realiza; en la de Pozzolo revela la ternura de sus sentimientos, la sencillez de su ademán, la caballerosidad en sus actitudes y la lealtad firme a su origen humilde; Oscar Martínez Arana se lo evoca con una mirada profunda, propia del hombre de trabajo que llega a cumbres dando unidad a su personalidad.
            Tendríamos mucho que decir de las otras obras de Marotta: la del Gral. Oscar D. Gestido, la del Dr. Eduardo Irigaray, la de Edil Artegoitía, la de Miguel A. Mazzeo, todas, por igual, de alto valor.
            Para finalizar esta nota, queremos recordar que no hay nada más grande en el universo que los grandes hombres modestos. Marotta, empujado por una vocación inquebrantable, pintaría sin descanso, dando perfecta expresividad a cada retrato si esgrimiera el arma de la ambición. En cualquier ciudad triunfarían sus cuadros porque revelan una voluntad realizadora firme, una pasión por el conocimiento del oficio.
            Pero nadie se acuerda de brindarle la oportunidad de poner distancia entre la realidad cotidiana y la realidad misma de su vocación artística.
            ¿No habrá llegado el momento de que Mercedes demuestre que sabe apreciar cabalmente las “cosas suyas” de un artista mercedario?”
            No aparece firma en la nota. El Director de “El Día” era entonces Enrique Rogberg Balparda.

           

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