FLORENCIO
SANCHEZ
Tiempo más adelante El Viejo compró
una casa en Mercedes, la que pasaría a ser su techo propio para siempre. Calle
Florencio Sánchez. Una casa vieja que, seguro con mucho esfuerzo económico,
El Viejo fue reformando y agrandando poco a poco.
Fuimos a vivir a ella en 1977 y poco
a poco El Viejo la fue acondicionando y finalmente cumplir, como siempre lo
hizo, con su familia. Había conseguido el techo propio para todos, gran y feliz
objetivo de vida.
Óleo de W.M. |
Tenía valiosos libros de pintura,
más varios de historia, pinceles y óleos, herramientas, la mesa de dibujo, sus
proyectores y sus cientos y cientos de diapositivas, en donde también está
presente la historia familiar a través de viejas imágenes. Es que El Viejo,
quizás herencia de su padre, era aficionado a la fotografía y le gustaba tener
sus máquinas, sus “Leika”.
La casa de Sánchez 632, su casa,
decorada hoy con sus pinturas. Óleos que regaló a mi madre, óleos que allí
están.
Es que mi familia tiene un enorme
privilegio. Poder decorar su casa los cuadros de nuestro padre, con los
retratos de nuestros hijos hechos por nuestro padre.
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