lunes, 4 de febrero de 2013

HOMENAJE DE LA INTENDENCIA DE SORIANO Y DONACIÓN DEL CUADRO "1624-FUNDACIÓN"


HOMENAJE DE LA INTENDENCIA MUNICIPAL DE SORIANO Y DONACIÓN DEL CUADRO “1624-FUNDACIÓN”
            El Viejo tenía en su casa tres enormes cuadros, óleos todos relacionados a las primeras etapas de Villa Santo Domingo Soriano. Los había llegado a exponer y era también su deseo que uno de ellos fuese donado a la Villa. Luego de su fallecimiento concurrí con el villero Artigas Espinosa para hablar con el Director Mpal. de Cultura, Maestro Rafael De León. La iniciativa de donación se recibió y pudimos cumplir con un deseo de El Viejo.
            El lugar elegido por el Municipio para colocar el cuadro fue el Museo Casa de Marfetán. El cuadro “1624-Fundación”, óleo de 2.40x1.50 mts fue ubicado en lugar privilegiado del Museo e inaugurado, junto al Homenaje, el sábado 24 de febrero de 2007. A su vez se entregaron libros “Los Indios Mansos…” de W.M. a las Escuelas 6 y 57, UTU, Junta Local, Biblioteca y Museo Casa de Marfetán.
            Viajamos a Villa Soriano con mi hermano Pablo y su familia, junto a nuestra tía Mirtha. Allí también concurrieron Eduardo y su familia, hermano de W.M. El cuadro recrea un encuentro entre europeos y nuestros indios, que dieron origen a la fundación de Villa Soriano en 1624, en la isla del Vizcaíno.
            Estuvimos en el homenaje y donación del cuadro en compañía de autoridades municipales y muchos amigos de El Viejo, amigos villeros que siempre lo acompañaron en su búsqueda documental y que supieron responder con su presencia. Un acto sencillo, como lo era El Viejo, pero con una sensación de mucho calor y ternura para con nuestro padre. Nosotros, agradecidos que las autoridades y pueblo de Villa Soriano aceptaran esta donación.
           
            Según Diario Crónicas del domingo 25 de febrero 2007:
            “HOMENAJE.- En el Museo “Casa de Marfetán” se rindió ayer un merecido homenaje a Wilde Marotta. En la oportunidad, la familia hizo entrega a la Intendencia de la obra plástica “1624-Fundación” y también trajo libros de su autoría que fueron donados para las escuelas, UTU, Junta Local y Biblioteca de la localidad
            MAROTTA A TRAVES DE SUS OBRAS Y SUS ESTUDIOS DEJO UNA GRAN RIQUEZA PARA SORIANO
            La sala principal del Museo “Casa de Marfetán” estuvo colmada de público ayer en el homenaje que el Departamento de Cultura realizó al recientemente fallecido Wilde Marotta, destacando sus dones de docencia, dibujante, pintor, escritor y autor, entre otros, del escudo de Soriano.
            Estaban presentes sus hijos Pablo y Federico, su nuera Herminia Viotti, los nietos Pablo y María Emma, sus hermanos Mirtha y Eduardo y demás familiares como su sobrina Judith, Micaela Menyou y Daniel Luque.
            En la oportunidad su familia donó a la Intendencia el cuadro “1624-Fundación” y además llevó publicaciones del libro “Los Indios Mansos de la Banda Oriental” que entregó a las maestras María del Huerto Sosa de la Escuela Nº 57 de La Loma y Sirley Gentner de la Escuela Nº 6 de Villa Soriano. Quedaron tomos en manos de la biblioteca ubicada en la propia Casa Marfetán para la Junta y UTU.
            Todos los presentes tenían alguna anécdota que involucraba a Wilde Marotta. Artigas Espinosa hizo una reseña de sus estudios, de su vida profesional y de su vinculación y amor entrañable por la Villa.
            Su hijo Federico Marotta agradeció al pueblo de Villa Soriano y a las autoridades por haber aceptado la donación del cuadro que hoy engalana uno de los sectores principales del Museo. Dijo que “sin duda ese había sido el deseo de su padre, que esa obra que reflejaba un instante de la fundación de la Villa estuviera con su gente”. Hizo referencia al libro “Los Indios Mansos de la Banda Oriental” indicando que allí “su padre quiso documentar lo que la tradición oral ha mantenido como una verdad histórica a través de los abuelos, indicando que hoy los habitantes de Villa Soriano tienen el orgullo de ser el primer pueblo del país”. Dijo que “reunir toda esa documentación a su padre le llevó 20 años de estudio que, sin dudas –agregó- fueron 20 años de felicidad, porque él disfrutaba de cada momento, de cada historia que recogió”. Dijo además que “Santo Domingo Soriano y mi padre tenían un denominador común, que ha sido la enorme grandeza de la modestia”.
            El Director de Cultura Rafael De León se refirió a la historia que envuelve cada rincón de la Villa, “la cual –dijo- a partir de ahora se ha enriquecido aún más con el aporte de la familia Marotta, porque sin dudas que la obra plástica realizada por Wilde en el año 2002 marca un momento de lo que fue la fundación de Villa Soriano”. Valoró su riqueza personal y profesional, sus conocimientos sobre la historia y la plástica, el arte y recordó muchas charlas que él tuvo la oportunidad de disfrutar con Wilde. Dijo que “los sorianenses debemos sentirnos orgullosos por el legado histórico de obras plásticas, de lugares físicos que tienen la presencia, el trabajo y la creación a partir de Wilde Marotta”.
            Finalizando, el Intendente Guillermo Besozzi,  quien viene participando de la marcha ecuestre que hoy llega a Mercedes, agradeció a la familia por el invalorable aporte y dijo que “sin dudas se nos fue un grande que hizo mucho por Soriano, le dejó mucho y yo creo que hoy todos debemos aprender mucho de él”.
            Hasta el último momento Wilde Marotta siguió trabajando en sus obras y nos decían sus familiares que aún quedan en su casa unas seis obras pictóricas que están terminadas, pero que no alcanzaron a ser firmadas por el autor”.
            HOMENAJE AL BUSCADOR
            El homenaje de ayer en Villa Soriano nos permitió estar otra vez con Wilde Marotta. Nadie demoró en tributar el justo reconocimiento al buscador, haciéndolo en la tierra que cimentó su pasión historiadora.
            Nos quedó la sensación de que estaba con nosotros y con los Indios Mansos, que fueron su riquísima obsesión.
            Nuestro diario se nutrió de la obra de Wilde y conocimos mucho más de lo que publicamos.
            En cada visita a nuestra casa nos contó con toda calma la sana ambición de desentrañar misterios, el regocijo de sus descubrimientos y los sufrimientos de la incomprensión.


            Quizás Wilde no sabía que su nombre estaba quedando impreso en los corazones de Soriano. Hoy lo sabemos todos”.

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