CARTAS DE ALFONSO
FERNÁNDEZ CABRELLI – 1991
W.M. mantuvo numerosa
correspondencia con Alfonso Fernández Cabrelli, quien también apoyó sus
trabajos de investigación histórica relacionados con Villa Soriano:
“Montevideo, 19 de agosto 1991
Amigo mío:
Debo agradecerle, como
mercedario, el que Ud. con su modestia,
la modestia que es característica de la gente de n/ históricos pagos, me haya
hecho interesar vivamente por una cuestión que hasta ahora me había resultado
anecdótica.
Me gustaría mucho poder
conversar con Ud. el día antes de la inauguración del Encuentro, el viernes por
la mañana, para ajustar detalles y aclarar otros. Por favor, escríbame dándome
noticia acerca de esa posibilidad; además, si el día está tibio podremos comer
un asadito en mi “selva privada”. En cuanto a lo que he podido captar del
complicado ensamblaje de documentos, puedo asegurarle que lo que Ud. puede
decir y probar llevará a todos (por lo menos) el convencimiento de que el que
podríamos llamar “proceso fundacional” de la primera población del Uruguay fue
accidentado, largo y complicado, pero de cualquier forma ese proceso se
desarrolló en el territorio de n/departamento y si algo relacionado con él
ocurrió en otra parte (como quieren respetables trabajadores en historia) ello
puede haber sido un simple “ramal”, un accidente que no alcanza ni mucho menos
para descartar lo que fue fundamental, que es lo que Ud. prueba.
Así al menos lo veo yo y
así podrá Ud. hacerlo entender a n/auditorio. Del Encuentro puedo decirle que
será muy bueno, llegará gente hasta de Río, también de Minas Gerais, de San
Pablo, de Porto Alegre, y por supuesto de Argentina, Paraguay y Bolivia.
Con un abrazo fraterno y
mercedario, quien ya puede considerar su amigo.
Saludos a Wilson.
Alfonso
Fernández Cabrelli”
DE ALFONSO FERNANDEZ CABRELLI – 1991
“Montevideo, 30 de noviembre 1991. Mi amigo don Wilde:
recibí sus cartas del 20 y 24 del cte. junto con los diarios, los mismos días
vinieron los envíos similares del Pepe Olazarri. EL 27 remití a ese amigo dos
nuevos artículos, esto parece una novela por entregas, pero creo que servirá para
los fines propuestos que son buscar acercarnos a la verdad, sin soberbia, sin
agresividades, respetando a todos…”
DE ALFONSO FERNANDEZ CABRELLI – 1992
“Montevideo, 6 de enero 1992. Amigo
Wilde: como siempre, saber que estoy haciendo algo que sirva para bien, me deja
feliz. Precisamente su carta, que me entregaron hoy, me trajo un regalo de
Reyes. Ya envié a Pepe Olazarri todas las notas, son al menos cuatro o cinco
notas. Lo de 1624 quedará resuelto por una vía que lo va a sorprender…”
DE ALFONSO FERNANDEZ CABRELLI – 1992
“Montevideo, 29 de setiembre de 1992. Mi buen amigo y
coterráneo: debo agradecer a Ud. el buen momento que me ha proporcionado la
lectura de su esperada correspondencia…
… ha interpretado Ud. con justeza el
objetivo principal de mis notas; mi intención era, efectivamente, poner en
evidencia, punto por punto, la
fragilidad de la que llamé “novel teoría”…
… Ud., amigo y compañero, al margen
de este episodio, debe estar orgulloso de haber mantenido en todo momento la
serenidad, demostrando así ser una persona sociable y un buen ciudadano. En
cuanto a las notas que fueron publicadas allí y en la revista, también
circularon entre mis amigos del exterior por medio de una separata, tal como le
había anunciado. Los compañeros de Madrid me han escrito diciendo que nada han
podido hallar en relación con el presunto informe que Ibarbelz habría agregado
a su mapa, de manera que las cosas siguen y seguirán para siempre jamás, tal
como están. La tradición sorianense tan campante y por mi parte la carpeta de
este asunto, cerrada. Sería bueno y creo que así será, que todos hagan lo
mismo. Don Wilde, recibe Ud. un fuerte apretón de manos, desde México le haré
llegar a Ud. y su estimada familia alguna noticia. Volveremos en noviembre (a
fines) y seguro tendré entonces noticias, buenas noticias, de Ud. A.F.C.”
DE ALFONSO FERNANDEZ CABRELLI – 1993
Otras de las cartas de Fernández
Cabrelli, recibidas por W.M.
“Mi excelente amigo: Puedo
asegurarle que he recibido con enorme y doble satisfacción su carta. En primer
lugar porque venía de un amigo a que he aprendido a estimar por su modestia y
la dedicación, inusual, que Ud. pone en un tema tan caro para nuestro
departamento. En segundo lugar porque tenía noticias que darle…, Montevideo, 15
de noviembre de 1993” .
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